Las crisis siempre traen consigo oportunidades. La crisis de salud mundial ( pandemia) puso a prueba los modelos de negocios gastronómicos y su resiliencia. Muchos restaurantes y restauranteros no sobrevivieron a la crisis por tener un modelo de negocios rígido basado en el consumo en tienda y no poder o saber adaptarse rápidamente a un modelo de servicios online de domicilios.
Quienes si lo hicieron, no solo sobrevivieron, sino que prosperaron, y nacieron negocios pensados estrictamente para la entrega a domicilio sin consumo en el lugar: plataformas de pedidos, delivery motorizado, comercio electrónico, puntos de venta restauranteros sin restaurante...pero si con una cocina.
Las cocinas ocultas ( Ghost kitchen ) por su locución anglosajona, son cocinas industriales como la de un restaurante, con los equipos y utensilios para la preparación especializada de platos específicos y un menú previamente definido.
Ideal para comidas rápidas, por su modelo de bajo coste , han sido integradas a todas los entornos urbanos donde mediante una APP se puede pedir desde pizzas, hamburguesa, picaderas como empanadas, pastelitos y quipes, jugos y batidos, café, repostería, comida china, y todo lo que antes se disfrutaba en una mesa desde un local.
La decisión de emprender , siempre viene de saber aprovechar una oportunidad. Es el caso de las microfranquicias, que aprovecha un modelo como el de las cocinas ocultas con su atractivo intrínseco de bajo coste de instalación y operación ( generalmente dos personas la operan en un espacio de 4 x 4 mt2 ) aunado a una APP informática robusta que es un punto de ventas multiplataforma y un eficaz sistema de entregas por delivery enriquecen la oferta en el sector restaurantero y lo desafían en franca competencia.
Eso es ¨Lolas Delicatessen¨ una microfranquicia gastronómica esperando dar oportunidades de emprender a quienes tomen la decisión de comprometerse con su propio negocio.